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Cinco ideas de «biografía del silencio»

Foto del escritor: Javier CebreirosJavier Cebreiros

Si puedo animarte a leer este artículo con banda sonora, necesariamente debo hacerlo de la mano de Jorge Drexler y su increíble tema: silencio.

¡Qué temazo! Hablar de silencio en tiempos de tanto ruido no es algo fácil yPablo D’Ors lo hace de maravilla. Descubrí este libro gracias a Coco Dávez; me gusta mucho leer las recomendaciones de las personas creativas. No sé si por culpa de las películas siempre asocio la creatividad al desorden cuando, cada vez más, constanto que está muy relacionada con el foco o, lo que en cierta medida es lo mismo, con silenciar a nuestra cabeza.


Este libro creo que va, sencillamente, de parar, observar, respirar, meditar… ¡callar! Ser capaces de aislarnos de un contexto que nos genera constantemente dudas, expectativas, ideas, deseos o preocupaciones.


De todas las ideas que podría extraer, me quedo con cinco que me han fascinado. Ojalá te sumen tanto como a mí. Aunque hago mi interpretación personal de las mismas, léelas y hazlas tuyas a tu manera. Por supuesto, si te quedas con ganas de más, te animo a comprar su libro:


1 · Pensamos mucho la vida pero la vivimos poco.

«Personalmente estoy convencido de que más de un ochenta por ciento de nuestra actividad mental es totalmente irrelevante y prescindible, más aún, contraproducente».

Mi querido Facundo Cabral gritaba aquello de: «La vida es como es, no como debería». Qué poderoso entenderlo y qué difícil gestionarlo. No sé tú, pero yo me descubro con cierta frecuencia creando universos paralelos en los que las cosas pueden desde salirme increíbles hasta de un modo catastrófico; ¿por qué no callarnos?


De algún modo, esta idea me conecta con la necesidad de parar para aprender a disfrutar del momento: de esta lectura, de este día, de este plan, de este proyecto.


2 · Yo soy el universo.

«No hay yo y mundo, sino que mundo y yo son una misma y única cosa. La consecuencia natural de semejante hallazgo es la compasión hacia todo ser viviente: no quieres hacer daño a nada porque todo lo que haces a los demás seres y a la naturaleza, te lo haces a ti».

Puede parecer una forma romántica de entender el mundo pero, ¿qué pasaría en nuestro entorno si alguien nos confirmase que todo lo que hacemos a los demás nos vuelve? Sé que no es así porque sería tanto como decir que el mundo es justo pero, ¿ni un poco?


Practicar esa idea de que hacer daño a otro es, de algún modo, lastimarnos a nosotros mismos, es un acto completamente revolucionario.Este año tuve la suerte de conocer y colaborar con Juan Luis Castro y ver cómo, plenamente convencido, proponía a las más de 500 personas del equipo que lidera que lo importante para que algo sucediese no era esperarlo, sino darlo nosotros primero. Me encantó.


3 · El problema que nos preocupa no suele ser el problema real.

«Casi nunca nos damos cuenta de que tras el problema aparente suele estar el problema auténtico».

Soy una completa víctima de este hábito. Creo que la psicología, la formación, la consultoría, el coaching… están directamente relacionadas con esto: encontrar el problema real.


Es una de las técnicas más básicas y conocidas pero, qué potencia tiene aquello de preguntar varias veces ‘¿por qué?’ ante cualquier miedo o preocupación que tengamos. Aplicándolo, yo mismo he visto cómo el miedo real a hacer algo tan simple como un viaje, a veces estaba relacionado con el miedo a la opinión de los demás; ¡qué tontería!, ¿verdad? Pues imagina cuánto podríamos encontrar si buscamos más.


Por tanto, nota mental: prestar atención solo a los problemas reales.


4 · La raíz de la desilusión no es otra que la perniciosa fabricación de la ilusión.

«La vida se nos va en el esfuerzo de ajustarla a nuestras ideas y apetencias».

En una ocasión mi padre me dijo una frase que me quedó grabada: ten metas elevadas, expectativas moderadas y necesidades pequeñas. Creo que de algún modo encierra mucha sabiduría, principalmente, por tener necesidades y expectativas moderadas. Aunque a veces me duela, me gustar ser consciente que muchas de las decepciones vienen de ilusiones que no dependían de mí.


Con todo esto, no me refiero a vivir sin sueños o ilusiones (qué drama), sino a vivir sin la necesidad de que se tengan que cumplir para ser feliz.


5 · El camino es la meta

Me he dejado lo mejor para el final: ¡el camino es la meta! Me parece una reflexión realmente maravillosa. Simple, sencilla y llena de contenido.


Es como si el simple hecho de pensar en una meta nos alejase de cualquier tipo de satisfacción presente. En una lectura de Osho decía que «cualquier preocupación siempre es del pasado o del futuro, nunca del presente». ¿Lo ves? Solo hay insatisfacción cuando buscamos causas o consecuencias; de ahí que el silencio sea tan poderoso, y el camino la mejor meta.


Desde la perspectiva de la comunicación, vivo convencido de que una persona es buena comunicadora si es una gran observadora; algo que requiere, previamente, de un ejercicio personal de observación que, a su vez, será imposible sin ese amigo llamado: silencio.


Javier Cebreiros cebreiros.com


 

Sobre Javier Cebreiros | Doctor en comunicación, imparte conferencias y forma a equipos empresariales con un mensaje propio basado en las emociones y la autenticidad | Instagram · Twitter · Linkedin · Libro de comunicación (11ª Ed.)


116 reflexiones para mejorar tu día a día - Javier Cebreiros

 

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