Hay un detalle en muchos hogares del que quizás aún no hayas sido consciente: cada vez hay menos espejos. Aunque no es algo que pueda confirmar con estudios, espero ofrecerte pruebas suficientes de este cambio social que está afectando a diferentes hogares y también a una juventud que hoy en día…
Fotografía: Nico Míguez · Miraveo
Por mi edad, estoy experimentando por primera vez la contemplación de una nueva generación y es algo lleno de momentos emocionantes. Lógicamente, no sé si te pasa lo mismo, pero hay algo evidente: «la juventud de hoy en día…», ¿sabes como sigue esta frase?
Observo atónito a una gran cantidad de adultos que, con sus comportamientos, evidencian mi teoría. Por difícil que resulte de creer, no tienen espejos en casa. Esto entraña un gran riesgo porque, carentes de la información que da el reflejo, critican con facilidad a la juventud de hoy en día.
«Yo a tu edad…» empezaba el último comentario de Manolo, hecho desde la cama, a las 0:53h del martes, en el perfil de Instagram de una joven influencer. Tú también conoces a Manolo, con 19 años de experiencia viviendo el mismo día - no va a cambiar, espera que le echen - ya dirige un equipo de 14 personas que, inexplicablemente y siempre según su versión, están frustradas y posicionadas en su contra. Manolo, por su experiencia, no duda en explicar en la comida familiar (o en cualquier reunión de amigos) lo poco que se esfuerzan ahora "los jóvenes" porque él, a su edad, ya era Chief Operations Officer de Personas Frustradas SL.
«Yo a tu edad», una expresión terrible destinada, normalmente, a minar autoestimas en ciernes.
Reconocerás que esta exageración ayuda a contextualizar a una gran cantidad de Manolos y Manolas de nuestro alrededor. No es más preocupante la cantidad de chicas y chicos en una situación cultural pobre, que la de unos adultos, adictos al teléfono, que prefiere regalar a un menor un iPhone antes que un libro.
He aquí el problema: ¡no hay espejos! Esto es peligrosísimo porque Manolo no puede verse (ni su estado, ni sus límites, ni su frustración), pero si en ese hogar no hay donde mirarse, ¿dónde se va a ver la juventud que también lo habita?
Aquí una solución para jóvenes: ocho espejos.
Nerea Pallares, Breogán Xague, Antía Ameixeiras y Pablo Agma
El pasado enero, en la gala ensaia, ocho jóvenes de Galicia compartían sus inquietudes, su visión del mundo, su propósito, sus proyectos y cómo estos impactan en la sociedad. En ese instante, como si las mentes de las personas asistentes se volviesen transparentes, un mensaje se podía leer en sus caras: ¿de dónde han salido estas personas tan increíbles? Puede que fuese por esa iluminación, de repente, volvió el reflejo a la sala y a cada uno de nuestros salones.
Ocho personas, ocho breves discursos y, de repente, te ves incapaz de volver a hablar mal de la juventud para toda la vida.
Benditos espejos que nos obligan a ver todo con otra perspectiva. Tenemos un diamante social oculto entre todo el ruido mediático de noticias vacías y, por curioso que parezca, puede que seas tú, tu hijo, tu nieta, tu sobrino o tu hermana pequeña.
Reinterpretando ese «Yo a tu edad...», te animo a seguir e investigar las carreras de estas ocho personas que, promediando 28 años, son referencia en campos como la música o el cine. Jóvenes que llevan desde la preadolescencia entregados a un oficio, a una pasión. Personas que dejan todo para sacar adelante proyectos que impactan positivamente en nuestra comunidad.
Nerea Pallares (literatura) · Breogán Xague (Arte) · Antía Ameixeiras (Música) · Pablo Agma (Arte audiovisual) · Lucía Estévez (Cine) · Adrián M. Pereiro (Lutería) · Kiko González (Emprendimiento medioambiental) · Pablo López Segura (Emprendimiento social)
Lucía Estévez, Adrián M. Pereiro, Kiko González y Pablo López
A veces, siento como un deseo escondido en muchas personas adultas que parecen desear a la juventud un amago de sufrimiento o esfuerzo innecesario. El cambio quizás sea la generosidad. Cambiar la comparación por la contribución; pasar del «yo a tu edad» al «¿cómo te puedo ayudar?».
Este año viviremos una nueva beca, una nueva gala y una nueva oportunidad de descubrir nuevos espejos para confiar en una juventud cuyo reflejo anima a jóvenes y mayores a mejorarnos.
Ahora bien, ¿es toda la juventud maravillosa?, ¡en absoluto! Esta no es una defensa a la edad, sino un alegato para saber que incluir en una etiqueta a estas personas es igualmente injusto. Nos metemos en una niebla donde la juventud parece un conjunto de personas sin futuro, precisamente, porque esa bruma tapa el reflejo de los espejos más ilusionantes.
Quizás por esto soy enemigo de la verticalidad. No somos mejores o peores por el dinero, el puesto y, sin duda, tampoco por la edad. Ojalá los años nos diesen la sabiduría suficiente para saber que lo que nos toca ahora es sujetarle la puerta a la siguiente generación.
A ti, que me lees: pon espejos en tu salón. Para tus hijos, para tus nietas y por toda la juventud; tener donde mirarse para verse en lugares a los que no sabían que podían llegar.
Javier Cebreiros cebreiros.com
Sobre Javier Cebreiros | Doctor en comunicación, imparte conferencias y forma a equipos empresariales con un mensaje propio basado en las emociones y la autenticidad | Instagram · Twitter · Youtube · Linkedin · Libro de comunicación (14ª Ed.)
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